Tomás le dice: “«¿Cómo podemos saber el camino?».

 

Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida»”

                                                                                                                                                                                                        (Jn 14, 5-6).

 

El matrimonio y la familia son un camino excelente para recorrer la propia vida y sin embargo, muchos lo recorren a oscuras por que no poseen la luz del corazón que ilumina la verdad de su amor y de su vocación.  Esta oscuridad impide que tengan esperanza cuando los problemas ponen en peligro la comunión conyugal

 

El COF pretende ayudar a los matrimonios y a las familias a recorrer un camino cuyo fin es manifestar en la Iglesia y el  mundo el “gran misterio” de la donación esponsal de Cristo a la Iglesia.  En el recorrido histórico hacia su plenitud la familia experimenta diversos problemas que en ciertos momentos pueden configurar auténticas crisis. También es necesario fortalecer “el hombre interior” para recuperar la vocación.  Y este perfeccionamiento y sanación requieren de la presencia de Cristo en la familia y el don del Espíritu Santo que cura y transfigura el amor en el hogar y sana las heridas que daña la comunión.

 

Desde esta perspectiva se comprende como el trabajo que realizan los COF va más allá de un servicio especializado a la familia. La perspectiva adecuada desde la que se puede considerar su identidad y trabajo es la de la misión propia de la Iglesia en cuanto mediación sacramental de Cristo Buen Pastor que ha venido “para que tengan vida y la tengan en abundancia” (jn10,10). El fin que constituye la identidad del COF  se sitúa en el primer y fundamental servicio que la Iglesia presta a los esposos cristianos, ayudarles a redescubrir el carácter sacramental de su unión conyugal, el don del Espíritu que han recibido  para poder vivir, de esa manera una auténtica “espiritualidad” matrimonial y familiar que se alimenta constantemente del manantial de la vida que el don del Espíritu que han recibido. Es por ello por lo cual el trabajo de los COF va más allá de una acción preventiva y terapéutica que busca consolidar una familia estructurada y sana para servir al objetivo de una familia santa.

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